Desde 1993, cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, luego de que fuera declarado así por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el objetivo  principal de concientizar al mundo sobre la importancia de cuidar el agua dulce, como recurso vital para el planeta. 

Es importante mencionar que el 70% de la tierra está cubierta de agua,  el 2,5 es agua dulce y de este porcentaje solo un 0,007 está disponible para el consumo humano; puesto que, la mayor parte del agua se encuentra congelada en los polos, en aguas subterráneas y en ríos. Sin embargo, el aumento de la demanda por el crecimiento poblacional y la actividad industrial, junto al impacto del cambio climático ha generado una grave escasez de agua en diversas regiones del mundo. 

La crisis hídrica es una amenaza global, que afecta a comunidades rurales y ciudades; la contaminación, deforestación y mala gestión del agua intensifican este problema. Por lo tanto, es importante que las personas tomen conciencia sobre la magnitud de estos desafíos y así poder lograr la movilización de los gobiernos e instituciones hacia la acción sostenible.

Las instituciones educativas, organizaciones no gubernamentales y gubernamentales tienen un rol crucial en la promoción de prácticas sostenibles para la gestión del agua. Sus acciones son vitales para que las personas comprendan la relación directa entre sus acciones cotidianas y la importancia de nuestros recursos hídricos a largo plazo.

Coopsana IPS, te anima a considerar las siguientes recomendaciones con el fin de generar un impacto positivo y sostenible en el cuidado del agua.

  1. Concientiza a todos tus familiares sobre la importancia del agua y fomenta prácticas conscientes para reducir su consumo.
  2. Asegúrate de que no existan fugas en grifos, cañerías y electrodomésticos que utilicen agua.
  3. Realiza duchas con bajo flujo de agua y reduce el tiempo en el baño para evitar altos consumos.
  4. Si tienes jardín, riega en las horas más frescas del día, para minimizar la evaporación del recurso hídrico. Además instala sistemas de riego por goteo.
  5. Recoge agua de lluvia en tanques para regar plantas o para otras tareas no potables. 
  6. Reutiliza el agua cuando sea factible; por ejemplo, el agua utilizada para enjuagar las frutas, puede servir como recurso para regar las plantas. 

Participa en iniciativas comunitarias para la conservación del agua y comparte información sobre prácticas sostenibles con amigos y familiares.